Es amarte como a nada, reír hasta quedarme sin aire, llorar de alegría, sonreír cuando me miras... Es pararme un momento y darme cuenta de que eres lo más importante.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Nada es seguro y todo es posible.


Si supieras lo que me cuesta mirarte a la cara, que me sonrías, que me cuentes cómo te va la vida y saber que no formo parte de ella... Si supieses todo lo que te quiero, creo... creo que me querrías. Si superas lo feliz que te podría hacer, no te separarías de mi. Al menos eso quiero creer.
Eres mi única prioridad y lo odio, pero me encanta a la vez. Eres tú, con tus ojos y tus cosas raras y te odio, pero a la vez me encantas. Ya no sé qué hacer, te juro que no lo sé. De verdad quiero olvidarte, de verdad quiero, pero tú y tu sonrisa perfecta me lo ponéis muy difícil. Ya no son sentimientos tontos de gustarme o dejarme de gustar, te empiezo a querer, a querer de verdad y eso me asusta. Me asusta porque ya empieza a doler más de lo que creo que puedo soportar y resulta cada vez más difícil sonreír cuando hablas de ella... El caso es que te quiero y aquí estoy desde hace unos meses esperando a que te des cuenta. Te quiero, ¿hace falta que te lo repita? ¿Hace falta que lo grite? ¡¡Te quiero!!
Ahí lo tienes, lo puedes coger si te apetece. Mi te quiero, por el momento, sigue ahí, esperándote...

No hay comentarios:

Publicar un comentario