Es amarte como a nada, reír hasta quedarme sin aire, llorar de alegría, sonreír cuando me miras... Es pararme un momento y darme cuenta de que eres lo más importante.

jueves, 2 de febrero de 2012

Un cuento con su final en lágrimas..

Después de 2 experiencias de amor super bonitas decidí hacerme fuerte, continuar mi camino y crear una nueva vida, sin prisa pero sin pausa. No tenía ganas de conocer a niños, quería estar sola y vivir la vida sin esa necesidad. Aparecieron muchos pero prefería estar sola y ceñirme bien a alguien que no pudiera hacerme daño de nuevo, y cuando mejor estaba, apareció él.
Un niño muy humilde, guapo, todo lo contrario a lo anterior (eso es lo que pensaba en ese momento), conocido, tímido, extrovertido, cariñoso, gracioso... Sentí lo que jamas había sentido en otra persona en tan pocos días, esa sensación de que es lo que siempre soñaste, la persona que te llena al 100% con la que tienes complicidad, felicidad, magia... 
A los pocos días estaba muy enamorada, me lo daba todo, me demostraba día a día que no me equivoqué eligiéndole a él.
Pasaron unos meses y todo fue igual, incluso mejor, el chico de mis sueños, todo fue perfecto, de película, hasta que se termina el mes de noviembre y llega lo peor, lo que nunca me esperaba a que pasase; todos mis sueños se echaron a perder, todas aquellas ilusiones que tenía se fueron...
Pasaron unos días y lo superé pero ayer, 6 de diciembre, me dice que quiere volver conmigo, yo no sé que decirle: lo quiero pero, ¿podré volver a confiar en él como confiaba antes? ¿me dejará otra vez por la misma tontería con la que me dejó la otra vez?. Esas preguntas no me dejaban aclararme, hasta que ya me decidí y por qué no, todos debemos de tener una segunda oportunidad ¿no? pues sí. Pero hoy, 7 de diciembre me demuestra que es una persona que tiene dos caras; una de ellas es amable, simpático, cariño, muy buena persona, tierno... pero la otra parte es todo lo contrario, es un ser despreciable, que no me esperaba eso de él. Se rió de mi, cosa que ya no le permito más, porque por eso, he llorado por un imbécil que no se merece ni una de mis lágrimas, pero a veces hay momentos en los que te hacen mucho, pero mucho daño y no querer llorar por nada del mundo es imposible, esa lágrima te sale sola, aunque tu no quieras, porque a veces, las lágrimas pueden ser mucho más fuertes que tu. 
Y mi sueño eras tú, mi vida lo eras tu, todo lo eras tu, pero ahora por lo que veo, mis sueños empiezan feliz pero acaban con lágrimas, como un cuento de hadas, pero los cuentos de hadas sí tienen final feliz, este, es un cuento de hadas sin final feliz, ese final en mis sueños, no existe, solo se termina cuando cae una lágrima por un niño que no se la merece. Y siempre hay que caer en el mismo juego, donde el jugador por muchas vidas que tenga, siempre caerá para perder el juego.

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