Un día me dijeron que cuando no tuviera ganas de nada, cuando todo el mundo intentara hundirme, lo único que haría que estuviera mejor sería estar sonriendo a todas horas del día, que lo mejor que tendría que hacer es dar a ver a esas personas que ni ellas ni nadie podrán conmigo, y sobre todo que esa sonrisa permaneciera contra viento y marea, pase lo que pase, permaneciera ahí, para seguir siendo la misma chica de siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario